Argentina y el mundo en la segunda mitad del siglo XX - Santillana
En la segunda mitad del siglo XX, Argentina vivió una serie de acontecimientos políticos, económicos y sociales que marcaron su historia. Estos sucesos estuvieron influenciados por el contexto mundial de la época, principalmente la Guerra Fría y la bipolaridad entre Estados Unidos y la Unión Soviética. En este artículo, exploraremos la relevancia de los acontecimientos mundiales en Argentina, así como la conexión entre el país y el mundo en diferentes aspectos. También analizaremos la cultura, sociedad, economía y desarrollo de Argentina durante este periodo. A continuación, vamos a adentrarnos en el contexto histórico de Argentina en la segunda mitad del siglo XX.
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Contexto histórico de Argentina en la segunda mitad del siglo XX
- El peronismo y la vuelta de Perón al poder
- El golpe de Estado de 1955 y la caída de Perón
- La Revolución Libertadora y sus consecuencias
- La resistencia peronista y el exilio de Perón
- El gobierno de Arturo Frondizi y el desarrollismo
- La dictadura de José María Guido y la proscripción del peronismo
- El gobierno de Arturo Illia y su breve mandato
- El gobierno de Juan Carlos Onganía y el Cordobazo
- La dictadura de Alejandro Lanusse y el retorno de Perón
- La tercera presidencia de Perón y la llegada de Isabel Perón
- La violencia política y la aparición de las organizaciones armadas
Contexto histórico de Argentina en la segunda mitad del siglo XX
Argentina atravesó un período de inestabilidad política y social durante la segunda mitad del siglo XX. Después de la Segunda Guerra Mundial, el país experimentó cambios que afectaron su desarrollo y su relación con el mundo. Entre estos cambios se destacan el ascenso y caída del peronismo, los golpes de Estado, la proscripción del peronismo, diferentes gobiernos y la aparición de organizaciones armadas. Estos eventos marcaron la historia argentina y dejaron una huella duradera en la sociedad y la cultura del país.
El peronismo y la vuelta de Perón al poder
El peronismo, liderado por Juan Domingo Perón, marcó un antes y un después en la historia de Argentina. Perón llegó al poder en 1946 y promovió una serie de políticas populistas que buscaban mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y favorecer la industrialización del país. Durante su primer gobierno, Argentina experimentó un período de crecimiento económico y avances en materia de derechos sociales, como el voto femenino y la creación de un sistema de seguridad social. Sin embargo, su gobierno también fue criticado por su autoritarismo y por la falta de libertades políticas.
El golpe de Estado de 1955 y la caída de Perón
En 1955, un golpe de Estado derrocó a Perón y marcó el comienzo de un período de inestabilidad política en Argentina. El golpe fue impulsado por sectores militares y civiles que se oponían al peronismo. Perón fue obligado a renunciar y se exilió en España, donde vivió hasta su regreso al país en 1973. Durante este período, Argentina experimentó diferentes gobiernos, ninguno de los cuales logró estabilizar la situación política y social del país.
La Revolución Libertadora y sus consecuencias
Tras el golpe de Estado, se estableció un gobierno provisional conocido como la Revolución Libertadora. Este gobierno implementó políticas de corte neoliberal y buscó eliminar cualquier vestigio del peronismo en el país. Durante este período, se persiguió y proscribió al peronismo, se cerraron sindicatos y se reprimió cualquier manifestación de apoyo a Perón. Estas medidas generaron un clima de tensión y violencia en Argentina, que culminó en la resistencia peronista y el exilio de Perón.
La resistencia peronista y el exilio de Perón
La resistencia peronista fue una respuesta de los seguidores de Perón a la proscripción y persecución por parte del gobierno de la Revolución Libertadora. Durante este período, los peronistas llevaron a cabo acciones de resistencia, como huelgas y protestas, con el objetivo de recuperar el poder y restablecer las políticas peronistas. Mientras tanto, Perón se encontraba en el exilio en España, desde donde mantenía contacto con sus seguidores y planeaba su regreso al país.
El gobierno de Arturo Frondizi y el desarrollismo
En 1958, Arturo Frondizi fue elegido presidente de Argentina. Su gobierno estuvo marcado por el desarrollismo, una corriente política que buscaba impulsar el desarrollo económico y tecnológico del país. Frondizi promovió la inversión extranjera y la industrialización, implementando políticas que favorecieron el crecimiento económico. Sin embargo, su gobierno también fue criticado por su falta de apoyo al peronismo y por su relación con Estados Unidos.
La dictadura de José María Guido y la proscripción del peronismo
Después de la renuncia de Frondizi en 1962, se estableció un gobierno provisional liderado por José María Guido. Durante este período, se proscribió nuevamente al peronismo y se impidió la participación de Perón y sus seguidores en las elecciones. Esta medida generó un clima de tensión y violencia en el país, con enfrentamientos entre peronistas y fuerzas de seguridad. Finalmente, en 1973, se levantó la proscripción y Perón regresó a Argentina para asumir su tercer mandato presidencial.
El gobierno de Arturo Illia y su breve mandato
En 1963, Arturo Illia fue elegido presidente de Argentina. Durante su breve mandato, Illia implementó políticas de corte democrático y social, como la reforma agraria y la protección de los derechos laborales. Sin embargo, su gobierno fue derrocado en 1966 por un golpe militar liderado por Juan Carlos Onganía.
El gobierno de Juan Carlos Onganía y el Cordobazo
Juan Carlos Onganía asumió la presidencia en 1966 y estableció un régimen militar conocido como la "Revolución Argentina". Durante su gobierno, se implementaron medidas autoritarias y se restringieron las libertades políticas. Estas políticas generaron un clima de descontento y protesta en el país, que culminó en el Cordobazo en 1969. El Cordobazo fue una serie de protestas y enfrentamientos en la provincia de Córdoba, que se extendieron a otras partes del país y marcaron un cambio en el clima político y social de Argentina.
La dictadura de Alejandro Lanusse y el retorno de Perón
Después de la renuncia de Onganía en 1970, se estableció un gobierno provisional liderado por Alejandro Agustín Lanusse. Durante este período, se llevaron a cabo elecciones generales en 1973, en las cuales resultó electo Héctor Cámpora, un candidato peronista. Sin embargo, Cámpora renunció poco tiempo después y se convocaron nuevas elecciones, en las cuales resultó electo Juan Domingo Perón. El retorno de Perón al poder marcó el comienzo de la tercera presidencia de Perón y la llegada de Isabel Perón al gobierno.
La tercera presidencia de Perón y la llegada de Isabel Perón
Durante la tercera presidencia de Perón, se implementaron políticas de corte populista y se fortaleció el poder del peronismo en el país. Sin embargo, el gobierno de Perón estuvo marcado por la violencia política y la aparición de organizaciones armadas, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y Montoneros. Estas organizaciones llevaron a cabo acciones violentas con el objetivo de impulsar la revolución y derrocar al gobierno. En 1974, Juan Domingo Perón falleció y fue sucedido por su esposa, Isabel Perón, quien se convirtió en la primera mujer en ocupar la presidencia de Argentina.
La violencia política y la aparición de las organizaciones armadas
En la segunda mitad del siglo XX, Argentina fue escenario de una creciente violencia política. Además de las acciones llevadas a cabo por las organizaciones armadas peronistas, también surgieron otras organizaciones de izquierda, como el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), que llevaron a cabo secuestros, atentados y acciones armadas con el objetivo de derrocar al gobierno y promover la revolución. Estas acciones generaron un clima de inestabilidad y violencia en el país.
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